Las ferroaleaciones se emplean usualmente en la fabricación de aceros para combinarlos con metales o aleaciones, que confieren al acero aleado o a la fundición de hierro diversas e importantes características.
Sin la utilización de ferroaleaciones para la producción de elementos metálicos terminados, no se podrían obtener las propiedades necesarias para lograr que los productos (según necesidad) sean flexibles, moldeable, resistentes, con inoculación, porosidad y otros que se requieran de los cuales existen diferentes tipos de aleaciones con sus diferentes características:
Ferro-silicio: el cual favorece la grafitización del carbono de la fundición. Desoxida el hierro y actúa como inoculante afinando y orientando la precipitación del grafito con lo cual mejora las características mecánicas de las piezas evitando el blanqueo en los vértices de las mismas.
Ferro-manganeso: Desulfura la fundición, perlitiza e incrementa la resistencia a la tracción y la dureza Brinell.
Ferro-cromo: Antigrafitizante, afina el grano, mejora las resistencias a la tracción, flexión, corrosión, desgaste, etc...Con porcentajes del 1 2 % mejora la resistencia al calor. Cobre: Afina el grano dando estructura perlítica. Mejora la resistencia a la tracción y la dureza. Homogeneiza la dureza en la peza.
Ferro-molibdeno: Aumenta sustancialmente la resistencia a la tracción. Proporciona tenacidad, dureza elevada y una gran resistencia al desgaste.
Níquel: Elemento grafitizante que proporciona una fundición con gran resistencia, compacta y densa. Homogeneiza las características mecánicas en los diferentes espesores de la pieza. Mejora la maquinabilidad de las piezas fundidas.
Grafito y recarburantes: Agentes que se adicionan para incrementar el carbono en la fundición.
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