El zinc, es el cuarto metal más usado en el mundo, siendo su principal aplicación en el galvanizado, donde su alta resistencia a la tensión permite su utilización como una aleación de moldeado, cumpliendo su función de protección del acero frente a la corrosión, actuando como un anódico respecto al hierro, es decir, que al ponerse en contacto con el hierro en presencia de humedad y oxigeno funcionará como antioxidante y así el hierro podrá permanecer inalterado en la parte catódica de la pila.
Sus usos principales hacen referencia al galvanizado de acero, pero es también importante en la preparación de diferentes aleaciones, por ejemplo, metal anti fricción, latón, plata alemana y a veces el bronce, se utiliza también como relleno en la industrial del caucho y como pomada antiséptica en medicina.
Este metal tiene diferentes presentaciones, entre ellas lingotes, esferas, láminas, polvo y otras, en el que el zinc se usa también como pigmento en plásticos, cosméticos, papel para fotocopias, tabletas con propiedades antioxidantes, placas de las baterías, fundiciones con troquel para la construcción de techos y embrises.
Se estima que los mayores productores mundiales de zinc son China, Perú y Australia, debido a que poseen grandes yacimientos minerales de zinc, aunque países como Estados Unidos tienen grandes reservas también. Este compuesto es muy abundante en los suelos de la corteza terrestres, solo que para encontrarlo se necesita realizar agujeros con más de 15 metros de profundidad.
Primitivamente, se encuentra es el sulfuro de zinc, mejor conocido como esfalerifa o smithsonita, luego son sometido a procedimiento químico en donde se extrae el zinc puro.
Al igual que todos los metales su obtención es a través de actividades mineras en campos abiertos o yacimientos subterráneos, siendo este último una de las mejores formas de extracción. El procedimiento inicia una vez que se obtiene la roca y es triturada por maquinarias especializadas en el área, tras el procedimiento, inicia lo que es comúnmente conocido como el proceso de flotación para lograr el concentrado de zinc, en que los minerales con altos contenidos de hierro deben ser tratados por la vía seca, primero se deben tostar para ser transformados en sulfuro de óxido y luego, reducir a carbono contenido como el carbón.
Mientras que, por la vía húmeda, la extracción del zinc es tostando el óxido de lixivia con ácido sulfúrico diluido, luego con la lejía obtenida, se procede a purificar el zinc con la separación de las fases, el sulfato de zinc es sometido a una electrólisis con ánodo de plomo y cátodo de aluminio depositados en forma de placas, para luego hacer la separación de elementos.
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